Bailar no es ganar los concursos de tus fiestas funkys favoritas, bailar no es moverte en pubs o en discotecas con tus amigos, bailar no es encerrarte en una academia y hacerlo dos horas a la semana, bailar no es sentirte bailarín por impresionar al ignorante, bailar no es reírte de los que no saben hacerlo, bailar no es nacer sabiendo, bailar es sinónimo de humildad, es simplemente poner música olvidarte del mundo y dejarte llevar sintiéndote bien solo contigo mismo, sintiendo cada movimiento y todísima tu energía desde la cabeza hasta el dedo gordo del pie , que detrás de esos inmensos espejos hay duras e infinitas horas de trabajo, de preparación y ensayo, sudor y lágrimas para sentirte el rey durante dos o tres minutos escasos.
Quizá alguien lo vea una locura o una tontería, pero en el mundo hay algunos tontos y locos que necesitan esto día a día para ser feliz.
Y créanme que hoy no hay foto porque no hay cosa material que pueda definir esto.
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